Por Eduardo Gambini
eduardogambini@hotmail.com
Visitar Península Valdez es algo realmente maravilloso, y totalmente recomendable, ya que la naturaleza y la fauna están a pleno, y por sobre todas las cosas muy protegidas, por guardafaunas y guardías que vigilan que todo marche a la perfección.
Planificamos nuestro viaje con un mes de anticipación, organizando un poco las distintas excursiones que realizaríamos. Viajamos desde la ciudad de Venado Tuerto junto a Mirian y en esta oportunidad nos acompaño el matrimonio de Ester y Oscar Mian de la ciudad de Villa Cañas. El viaje es largo y cansador, son casi 1400 km que nos demandarón unas 15 hs. hasta llegar a la ciudad de Puerto Madryn, pujante poblado ubicado a orillas del golfo nuevo que cuenta con todos los servicios para el visitante, desde alojamientos, gastronomía, espectáculos y por supuesto un sin número de empresas que brindan sus servicios para realizar el avistaje de ballenas, buceo o travesías en vehículos 4x4.
PUERTO PIRÁMIDES
Nuestro primer objetivo fue realizar el avistaje de la ballena franca austral, los cuales se llevan a cabo desde Puerto Pirámides un pequeño poblado muy pintoresco por cierto ubicado en la península de Valdéz sobre las costas del golfo Nuevo. Debe su nombre a una formación que hay en un acantilado que simula ser una pirámides, y los antiguos navegantes tomaban referencia de ella para orientarse y llegar a la costa.
En toda la zona la presencia de fauna es normal, así se pueden ver guanacos en gran cantidad, zorros, liebres y martinetas copetonas.
Ya en Puerto Pirámides nos pusimos en contacto con la empresa de “Peke Sosa” un pionero en el tema de avistajes, quien dispone de tres embarcaciones. En este caso abordamos el “Azul Profundo” un hermoso barco de casi 15 mts de eslora equipado con dos motores y en el que embarca hasta 69 pasajeros. En todos los casos el uso del chaleco salvavidas es obligatorio y es colocado por gente de la empresa a cada pasajero.
Con todo listo y luego de subir a la embarcación un tractor comienza a meter al barco dentro del mar hasta que comienza a flotar, momento en que el capitán enciende los motores para iniciar la navegación. Esta se realiza siempre a marcha lenta para no perturbar demasiado el hábitat de las ballenas, y es el mismo capitán quien va observando el horizonte para ver ya sea un salto o la salida de vapor de agua que produce la respiración de estos cetáceos, para así poder acercase y que los pasajeros puedan disfrutar del avistaje de estos fabulosos animales. Son muy sociables y permanecen cerca de la embarcación mostrando sus enormes cuerpos, o bien sacando su cola afuera del agua o produciendo algunos saltos. La ballena franca llega a estas aguas con el fin de reproducirse o bien tener sus crías. Busca aguas tranquilas para aparearse, o bien para dar a luz y criar al ballenato hasta que este esté en condiciones de nadar en mar abierto y alimentarse.
Las crías nacen con unos 3000 kilos de peso, crecen a razón de 3 cm por día, algo así como 200 kilos diarios, y se alimentan pura y exclusivamente de leche materna, la cual es expulsada por la madre y por contener mucha cantidad de grasa flota y es ingerida por el ballenato.
Las ballenas permanecen en estas aguas hasta diciembre, momento en el que emprenden su viaje hacia el sur para alimentarse, ya que mientras están en el golfo no se alimentan. Su alimento es a base de krill el que ingieren junto con el agua y es filtrado a través de unas barbas que poseen en la boca, vale decir que el krill queda atrapado en esas barbas y el agua es expulsada.
Así continúan con su alimentación hasta mayo o junio momento en que comienzan el viaje de regreso a la península.
Los tamaños de los adultos oscilan entre los 12 a 15 mts. de longitud, con pesos que pueden variar entre las 20 a 30 toneladas, por supuesto que los pesos son estimativos, ya que es imposible poder pesar un ejemplar en su hábitat.
En la parte superior de la cabeza poseen dos espiráculos para la respiración, a diferencia de los delfines que tiene uno sólo.
En Puerto Pirámides además del avistaje de ballenas se puede visitar la lobería, en donde hay una colonia de lobos marinos de un pelo. Esta colonia se puede ver a través de un mirador al que se llega primero en vehículo y luego el último tramo caminando, tiene una hermosa vista no solo de los lobos sino que desde el acantilado se pueden ver los barcos realizando los avistajes.
Para finalizar el recorrido por Península Valdéz se puede visitar Punta Pardelas, otro sitio hermoso que se llega con el vehículo al filo del acantilado, pudiendo pasar un día tomando sol ya sea bajando a la playa o bien hacer un pic-nic al lado del mar mientras se pueden apreciar saltos de ballenas franca. Punta Norte es otra alternativa para visitar, es un camino de ripio de unos 70 km, se llega a la punta norte de la península y es el sitio en donde las orcas atacan a los lobos marinos en la playa, por supuesto que depende la época del año. Estos ataques generalmente se dan a partir de noviembre que es cuando las crías de los lobos comienzan a acercarse a la playa o bien hacen sus primeros intentos de ingresar al mar.
Caleta Váldez es otro de los sitios que se pueden visitar donde hay una gran colonia de pingüinos, la Caleta es una prolongacíon de la península paralela a la costa de unos 30 km de extensión, en donde el mar ingresa entre esta prolongación y la costa. Y por último punta Delgada que sería la zona sur de la península. Con todos estos recorridos se puede pasar un día sensacional en Península Valdez rodeados de una fauna increíble y paisajes fascinantes. Quedará para la próxima nota la pinguinera de Punta Tombo y la lobería de Punta Loma.
SERVICIOS: PEKE SOSA Avistaje de Ballenas Reservas Te. 0280-4495010 – 0280-154697560 2° bajada al mar Puerto Pirámides www.pekesosa.com.ar Facebook : Peke Sosa Avistajes |
Agradecemos esta nota y fotos a nuestro amigo Eduardfo Gambini
Luis Maria Bruno
Semanariodelpescador@gmail.com