En este caso se concretó una jornada de pesca con el tocayo Bruno Carabajal, la última vez que habíamos pescado juntos fue cuando lo lleve a él a su papa y su hermano a pescar bagres de mar allá por el 2015, desde entonces hasta este miércoles 14 de mayo solo nos comunicamos por nuestros celulares.

En la mañana del martes entonces Bruno paso a buscarme por mi domicilio y nos dirigimos por unas buenas porciones de carnadas a morenera El Toro de ruta provincial 6 y Juan de Garay en Campana, continuando posteriormente nuestro viaje hasta la guardería del camping recreo Keidel donde Bruno tienen en guarda su embarcación.

Franco el tractorista nos trajo a la Bruma II y de esta manera procedimos a sacarle las lonas cobertoras y a cargar todos nuestros elementos de pesca, conservadora con comestibles y bebidas, además de los elementos de filmación y fotografía. Ya en el agua y a marcha lenta pusimos proa aguas abajo del Guazú con rumbo a la zona del puerto cerealero.

Aquí fondeamos frente al primer muelle, de esta forma comenzamos con el armado de nuestros equipos y a realizar generosos encarnes con maíz fermentado, masa, lombrices, tripa de pollo y mojarras cortadas en pedacitos y enhebradas una a una en los anzuelos, con respecto a uno de los equipos de Bruno fue el primero en tener pique y en concretar la captura de un armado.

Por nuestra parte nuestra intención era realizar un relevamiento a ver si todavía se daban bogas, estábamos a 14 de mayo con una temperatura de 25 a 27 grados y el agua todavía con materia en suspensión y el pejerrey sin aparecer por la zona. Aquí los piques se dieron continuamente para armados de todos los tamaños que tomaban únicamente maíz fermentado.

Promediando el medio día nos movimos aguas abajo delante del segundo muelle, donde quedamos fondeados en una profundidad de 30 metros, aquí solo se dio la captura por parte de Bruno de un doblete de armado con bagre blanco, por otra parte nos costaba mucho mantener en linea la embarcación debido a los remansos de la zona, por lo que decidimos movernos de lugar.

Ya con el ancla a bordo y el motor en marcha escuchamos de la costa que nos llamaban, se trataba de dos personas sobre un traker, nos acercamos y nos pidieron auxilio dado que se les había plantado el motor, así fue que llevamos de tiro y aguas arriba a esta embarcación hasta la dársena del camping recreo Keidel. Aquí Bruno decidió navegar por el Talavera en busca de bogas.

Al llegar frente a las barcazas fondeamos frente a estas en una profundidad de unos 18 metros, reacondicionamos las carnadas y comenzamos con los primeros intentos, los piques fueron casi instantáneos para ejemplares de armados pero veníamos perdiendo algunos que nos parecían sin dudas de bogas, cosa que se confirmó con la primera captura de Bruno.

Pese a estar pescando con luna llena y el agua en malas condiciones el pique fue entretenido, dado que aquí se dieron varios ejemplares de armados, un bagre blanco grande y un total de cuatro bogas de las cuales una se puede considerar de consumo, para destacar todos los ejemplares inclusive las bogas picaron solo con maíz fermentado.

La gran mayoría de piques y capturas se dieron en especial en una linea confeccionada con un plomo de 90 gramos, a unos 70 centímetros arriba de este una brazolada de metro a metro y medio, rematada con dos anzuelos chicos del tipo corvineros y reitero solo encarnado con maíz fermentado.

Promediando las 14:30 hs emprendimos el regreso a la guardería dado que el tocayo tenía que regresar para ir a su trabajo a las 17: 00 hs, realmente la pasamos de mil, con mate amargo y mucha charla de por medio, esperemos no pasen nuevamente 10 años para un próximo encuentro de pesca juntos.