GRANDES TARARIRAS Y CARPAS EN LA SALADA DE MONASTERIO
Por Daniel Console
La laguna La Salada de Monasterio siempre se ha caracterizado por estar en la consideración del pescador, en los primeros tiempos se ganó su justa fama por la calidad y cantidad de pejerreyes que se obtenían, y se obtienen, pero en los últimos se ha caracterizado por ser una de las predilectas por las grandes carpas de hasta 8 y 9 kilos y también de tarariras que se han desarrollado hasta superar los tres, que ya no es común. Y lo bueno y entretenido, es que el pique no es espaciado y se da seguido, incluso en días de viento e incluso con lluvia, y acá hacemos hincapié en comunicarse previamente antes de ir, ya que hay que consultar por el estado del camino de acceso desde la autovía 2, por su transitabilidad.

El lugar, tiene unos 30 años en la ruta del aficionado a la caña y se encuentra situada en el km 144,5 de la ruta 2, en el partido de Lezama, provincia de Buenos Aires. Con unos 3 metros de profundidad dentro de 600 hectáreas de agua y 150 de tierra, se destaca por no pertenecer a las encadenadas teniendo su propia napa. La laguna, además de ser para pesca y camping, es laguna escuela, ya que trabaja con la Facultad de Ciencias Veterinarias, UBA, (Acuicultura) y tiene jaulas flotantes para la reproducción artificial del pejerrey (Odontesthes Bonariensis) a cargo de Dorio Colauti, quien también trabaja con el CONICET, y cuenta con el proyecto Pampa II. En lo que respecta a lo producido en las jaulas, es distribuido para todas las lagunas del partido de Lezama y ruta 2, funcionando como espejo madre y dejando clara la importancia de la pesca a conciencia.

Por otra parte, los servicios que brinda al público son: luz eléctrica, baños simples, mesas, fogones, parrillas, quinchos, piletas para filetear pescado, juegos para niños, alquiler de botes, dormís simples (capacidad mínima 4 personas) completos (cocina, baño y heladera) y es atendida por sus dueños de forma permanente las 24 horas, los 365 días del año. La laguna es destacada y resuena entre los pescadores deportivos por los hermosos ejemplares tanto de tarariras (Hoplias Malabaricus), como de carpas (Cyprinus Carpio), que son de un excelentísimo porte y pueden ser pescadas por los amantes de las distintas modalidades, spinning, baitcast, flycast, carnada o como le decimos a lo criollo, cuchareando, mosqueando o señueleando. La modalidad más convencional es usar equipos livianos, con cañas de 15 a 30 libras de acción liviana, líneas “coreanas” y líneas “feeder”, con plomos de no más de 30 gramos dada la poca movilidad del agua, utilizando como carnada para las mismas los harinados en distintas variantes, que es lo que está rindiendo en este caso en todas las "canchas" para lo que es la carpa, y con filet de dientudo para la tararira.

Sorprende los portes y la gran cantidad de éstas dos especies y difícilmente se falle en el intento, incluso para los principiantes, que son bien asesorados por la Señora Eugenia que regentea el ámbito y el guía Jonatán Otero. La pesca, en general, se da en todo momento, mañana, mediodía, tarde y noche, buscando los ejemplares a unos 25/30 metros de la costa con excelentes resultados una vez hecha la zona de cebo, aunque rinde de punta a punta, teniendo paciencia y esperándola. Es de destacar asimismo, la geografía del lugar, bien agreste y arbolada y con todo el confort para el pescador y la familia. Dejamos el contacto de la Laguna La Salada de Monasterio, para el que quiera disfrutar de un hermoso lugar rodeado de naturaleza y buena pesca, atendido por su amable dueña, quien por cierto prepara deliciosos dulces caseros, María Eugenia Scagliusi, quien cuenta con el celular con Whatsapp 2241507645. Es cuestión de elegir el día para pasar una jornada a puro pique, en un ambiente con amplias comodidades.
Agradezco esta nota y fotos a: Daniel Console Director y Conductor del programa radial "Diario Oral del Pescador" Que se emite todos los días viernes de 21:00 a 22:00 horas por AM 93 Radio Nativa |
Luis María Bruno
semanariodelpescador@gmail.com