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Notas de amigos
LA GRIETA DE LOS PESCADORES
La Grieta de los Pescadores se supera sólo con conciencia Por Wilmar Merino
Respetar cupos, cuidar tallas mínimas, devolver adecuadamente una pieza, no usar carnadas prohibidas ni realizar matanzas forman parte del decálogo del buen pescador deportivo que debe ayudar a preservar el recurso. La Grieta de los Pescadores se supera sólo con conciencia En este Viva la Pesca paramos la Pelota informativa. Mejor dicho, la reservamos al amplio informe de pique de la página de al lado, pleno de novedades en materia de pejerrey. Hoy nos vamos a concentrar en una reflexión, movidos por la desidia que nos produce ver comportamientos de los pescadores que se autodenominan "deportivos" y cometen todo tipo de excesos con el medio ambiente: no respetan cupos de piezas en las especies que lo tienen, sacrifican hasta el hartazgo otras especies que no tienen cupo como la lisa; no cuidan para nada una especie en recuperación como la tararira, dejan su basura por doquier y -por ejemplo- en el mar se cansan de sacar almejas para encarnar sabiendo (o ignorando, pero esto no es excusa pues cuando uno va a pescar debe conocer las leyes) que está prohibido. Por eso les dejamos un cuento que ya hemos volcado en el Facebook de esta sección y que hoy compartimos con nuestros lectores en papel. Se llama La Grieta de los Pescadores y quien ésto escribe está convencido de que cada vez se agranda más: los pescadores con conciencia mejoran sus prácticas y los desaprensivos siguen persistiendo cada vez más en el error. Aquí va. La Grieta de los Pescadores "Los amigos Matotodo y Paloyalabolsa suelen ir a pescar juntos Lisas/pejes/tarariras/carpas o lo que de. ¡¡Y a veces les va muy bien!! Es decir, son grandes capturadores de peces. Por decirlo de otro modo: hacen matanzas. Y las muestran con mucho gusto en las redes sociales, felicitándose con frases como ’¡¡las hicimos pelota!!’, o ’vaciamos el río’, sumando incluso algún insulto a ’estas guachas’ o ’estas turras’ a las que al fin ’cagamos a palo’. La faena se completa con el amigo Yomelollevo, que también había sido parte de la jornada, reclamando que también se lo incluya entre las felicitaciones de los que admiran a Matotodo y Paloyalabolsa, pues ¡él es el que sacó la foto! y contribuyó a la masacre, pero no había sido mencionado por sus compañeros. Entre los aplausos de los contactos, por ahí se filtra alguna vocecita -seguramente carcomida por la envidia- que les dice que no era necesario matar tanto, que con dos o tres para comer era suficiente, o mejor no matar nada si se trata de una especie con problemas poblacionales. Es ahí donde Matotodo, Paloyalabolsa, Yomelollevo y su montón de seguidores se le tiran al ’intruso’ como un cardumen de pirañas a un cacho de carne y lo despellejan, le hurgan el face a ver si él alguna vez no mostró dos pescados muertos y le rastrean el árbol genealógico para insultarle a todos los parientes. Reflexión: Creo que ésta es la Grieta que hay entre los pescadores, donde muchos consideran que la naturaleza y sus recursos están ahí para ellos, para hacer uso y abuso, para ’desquitarse una vez por tantas donde nos va mal’. Y ponen mil excusas para justificar sus matanzas: que ’si no se la llevan las redes’, que ’igual esta laguna se va a secar’, que ’hay para hacer dulce’, que esto o aquello. Y se multiplican las fotos de Matatuttis (¡¡¡algunos son guías!!!) haciendo ’escaleritas’ por tamaño de pescado muerto, llenando bolsas de red y posando sonrientes detrás de montañas de cadáveres. Del otro lado de la Grieta hay otros que entienden que el objeto de nuestro deporte es divertirse pero siempre con la premisa de preservar el recurso, cuidar en lo posible no sólo las especies sino sus ámbitos. Entre éstos hay fundamentalistas que condenan toda muerte de peces. Otros adhieren a llevarse alguna cuota razonable para una cena, de una especie que no esté amenazada. Pero en este bando unos y otros entienden que llevar ’para regalar’, matar para mostrar a los amigos o pensar en amortizar los gastos de una excursión en kilos de pescado, no está en su lógica. Seguramente todos conocemos a alguno de los personajes mencionados en uno y otro lado de la Grieta o incluso nos encontramos en ese rol en alguna circunstancia. Pero la idea es ir evolucionando y tomar noción de que debemos practicar una pesca sustentable, conscientes de que en el mundo cada vez habrá más pescadores presionando a los mismos cursos de agua de siempre, que además sufren otras amenazas (contaminación, sequía, desvío para riego, etc). Y si no nos ponemos un freno nosotros... vamos a extrañar los peces y la pesca. Los que no se harán cargo de su cuotaparte seguramente son los distintos ’Matatutti’ que se reciclarán en alguna otra actividad mostrándonos nuevas destrezas sin el menor remordimiento de sus desastres". Wilmar Merino. Un párrafo final: todo recurso natural es finito, aunque pensemos que hay muchos peces, todo se agota. Sabemos que la falta de políticas de preservación y cuidado del recurso, las redes furtivas, la exportación de pescado de río y la contaminación son las grandes amenazas de los cursos de agua y su rica vida. Pero como pescadores deportivos, hagamos nuestra parte, cambiemos la cabeza. Como las conductas inadecuadas se corrigen por represión o sanción social. Seamos custodios, pero también educadores que predican con el ejemplo.
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© Semanario del Pescador, Luis María Bruno, Radio y TV.
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