ENTRE ELVIRA Y PEDERNALES
Por Horacio Pascuariello
Suplemento Deportivo Diario Cronica
Rio Salado. Los pejerreyes siguen presentes y aparecen en distintas modalidades
El trazado de nuestro rio Salado en la provincia de Buenos Aires viene sufriendo modificaciones debido a los trabajos de saneamiento hidro ambiental y manejo integral de la cuenca modificando algunos de los ámbitos de pesca, así que por esta razón decidimos chequear algunas zonas y ver qué posibilidades de dar con buen pique teníamos. Para ello elegimos una zona ubicada entre las localidades de Elvira y Pedernales a unos 200 kilómetros de CABA a la que llegamos tranquilamente en dos horas transitando la ruta 205 (parada para llenar el termo incluida), para después encontrarnos con nuestro amigo y de ahora en más guía de la zona, Javier Jeremía quien además de tener una excelente mano para la gastronomía tiene un buen ojo para elegir sectores rendidores.
Lo seguimos por un largo camino rural que poco a poco nos fue acercando a un recodo del rio Salado que después de una bajada permitía costearlo por un firme camino de arena y piedra, algo que valoramos por que debimos cargar todos los elementos necesarios hasta el lugar de pesca, salvo las heladeras y alimentos de los cuales se ocupó Javier, un servicio fundamental y que ofrece en las guiadas.
Improvisamos un prolijo campamento para proteger la pequeña cocina y los elementos del viento y nos dedicamos de lleno a la pesca, en este caso de pejerreyes. Nos dividimos, utilizamos líneas de media agua, otro de fondo y Javier de flote, lo mismo hicimos con las carnadas que alternamos, teníamos mojarra salada (esta difícil conseguir viva en la ruta) pequeños panzudos, filet en conserva, y lombriz. Tuvimos el viento en contra así que nos costó ganar distancia, sin embargo, en cuanto el sol entibio la mañana se dieron las primeras capturas de fondo con bagres bien potentes y muy robustos que preferían curiosamente la mojarra a la lombriz para alimentarse, también combinándolo con filet logramos piques.
Después fue el turno de los pejerreyes que en su mayoría eran medianos, de medida, gorditos y vivaces, aunque con el viento y el movimiento del agua costaba ver como llevaban las boyas sin embargo ya nos entretenían la jornada. Aun cuando tuvimos cortes en las bajadas que hicieron desaparecer anzuelos no pudimos dar con otras especies que tal vez a pesar de la baja temperatura se podían dar como carpas, dientudos o algún pati.
A la 4 de tarde decidimos volver, levantar nuestros residuos en bolsas, apagar el fuego y desandar el camino después de disfrutar una jornada a plena naturaleza con buen pique y la satisfacción de haber devuelto todos los peces que obtuvimos sanos a su medio. Incluyendo el almuerzo que nos brindó Javier, quien además nos orientó en la pesca, la salida fue muy económica y entretenida en cuanto a la pesca, un tema que no es menor en los tiempos que vivimos y que les dejamos como alternativa en los meses venideros. Por guiadas Javier Jeremía en Facebook o por Whatsapp al 2346 303932